Mejores directores de Cine de Terror de Argentina
El cine de terror es un género que ha tenido una larga y variada trayectoria en Argentina, desde los primeros intentos en los años 50 hasta las producciones actuales que han logrado reconocimiento internacional. A lo largo de las décadas, varios directores se han destacado por su capacidad para crear atmósferas de miedo, suspenso y horror, con historias originales, innovadoras y provocadoras.
Estos son algunos de los mejores directores de cine de terror de Argentina, sus películas más emblemáticas y los premios que han recibido.
Directores de cine de terror argentino
Contenido del Artículo
Esta es una lista no exhaustiva sobre los directores de películas de horror y miedo en Argentina, por supuesto, con el tiempo seguiremos completando el listado a medida que nos lleguen comentarios y sigamos con la investigación.
Demián Rugna
Es uno de los referentes actuales del cine de terror argentino, con una carrera que abarca más de 20 años y varios largometrajes. Su película más exitosa es Aterrados (2017), una historia sobre fenómenos paranormales que afectan a varios vecinos de un barrio. La película fue premiada en el Festival de Sitges y el Festival de Mar del Plata, y fue adquirida por Netflix para su distribución internacional. Rugna también dirigió No sabés con quién estás hablando (2016), una comedia negra sobre un grupo de amigos que se enfrentan a una secta satánica, y Cuando acecha la maldad (2023), una película sobre un demonio que se libera en un pueblo y provoca una ola de violencia. Rugna se caracteriza por su habilidad para crear escenas impactantes, con efectos especiales y maquillaje, y por su influencia de directores como John Carpenter o Sam Raimi.
Martín Desalvo
Es otro de los directores más reconocidos del cine de terror argentino contemporáneo, con una filmografía que combina el género con el drama, el thriller y la ciencia ficción. Su película más aclamada es El Día Trajo la Oscuridad (2018), un relato sobre una joven que visita a su padre en el campo y se ve envuelta en una extraña epidemia que convierte a las personas en vampiros. La película fue premiada en el Festival de Sitges y el Festival de Biarritz, y recibió elogios de la crítica por su atmósfera opresiva, su fotografía y su banda sonora. Desalvo también dirigió La Vida Después (2012), una película sobre dos hermanos que buscan a su padre desaparecido en un mundo postapocalíptico, y El Hijo (2019), una película sobre un escritor que pierde la cordura al intentar recuperar a su hijo secuestrado.
Daniel Tinayre
Fue uno de los pioneros del cine de terror argentino, con una carrera que se inició en los años 40 y se extendió hasta los 70. Su película más famosa es La Patota (1960), un drama social con elementos de terror sobre una joven violada por una banda de delincuentes. La película causó polémica por su temática y su crudeza, y fue censurada por la dictadura militar. Tinayre también dirigió El Vampiro Negro (1953), una adaptación libre del clásico Drácula, ambientada en Buenos Aires, y La Muerte Enamorada (1951), una película sobre una mujer que se enamora de un hombre que resulta ser un asesino. Tinayre se destacó por su estilo realista, su dirección de actores y su capacidad para abordar temas sociales desde el género.
Daniel de la Vega
Es uno de los directores más prolíficos del cine de terror argentino actual, con más de 10 películas en su haber. Su película más exitosa es Necrofobia (2014), un thriller psicológico sobre un hombre que sufre un miedo irracional a la muerte y se ve involucrado en una serie de asesinatos. La película fue premiada en el Festival Fantasporto y el Festival Buenos Aires Rojo Sangre, y fue elogiada por su guion, su dirección y sus efectos visuales. De la Vega también dirigió Jennifer’s Shadow (2004), una coproducción con Estados Unidos sobre una mujer que hereda una mansión embrujada, y Ataúd Blanco (2016), una película sobre una madre que intenta rescatar a su hija de un psicópata.
Pablo Parés
Es uno de los representantes del cine de terror independiente y de bajo presupuesto en Argentina, con una trayectoria que se inició en los años 90 y que continúa hasta la actualidad. Su película más conocida es Plaga Zombie (1997), una comedia de terror sobre un grupo de amigos que se enfrentan a una invasión de zombis. La película fue realizada con muy pocos recursos, pero logró un gran impacto por su humor, su gore y su originalidad. Parés también dirigió Plaga Zombie: Zona Mutante (2001) y Plaga Zombie: Revolución Tóxica (2012), las secuelas de su ópera prima, y Soy Tóxico (2018), una película sobre un hombre que despierta en un basurero rodeado de cadáveres.